domingo, 8 de noviembre de 2009

El Sultanato Colombiano

La 'uribidad'


El tema de las bases militares estadounidenses generó tensiones de Uribe con 'Lula' y Correa.

Resulta importante precisar períodos, políticas y estilos en la Colombia actual. El término 'uribato' lo podemos utilizar para identificar el período que cubrió los dos gobiernos de Álvaro Uribe y que, esperanzadamente, se acabará en 2010. El término 'uribismo' expresa una coalición de derecha, civil y armada, que asume que ha ganado el conflicto armado interno en el país y que pretende establecer un régimen restaurador y reaccionario. El término 'uribidad' habla de un estilo de gestión pública que se resiste a la extinción y que la oposición no debiera perpetuar en el evento de llegar al poder.

La 'uribidad' se manifiesta en la concentración del poder en el ejecutivo: una suerte de sultanato democrático que combina el poderío vasto y arbitrario del sultán, típico de una de las variedades (según Max Weber) de patrimonialismo, con parámetros democráticos nominales en lo gubernamental. En la forma, este estilo en Colombia se manifiesta en la inmoderación retórica, la des-institucionalización efectiva y un seudopatriotismo agresivo.

La 'uribidad' en política exterior tiene altos dividendos internos y pobres resultados externos. El acuerdo de las bases entre Colombia y Estados Unidos es un ejemplo. A pesar de la grandilocuencia retórica respecto a los grandes méritos de ese acuerdo el Gobierno ha rehusado llevar el tratado al Congreso mientras el legislativo en Estados Unidos tratará el asunto: es poco comprensible el secreto interno y los costos regionales que paga el país cuando Washington está dispuesto a publicitar el convenio. Es la sociedad colombiana la que más pierde con la ausencia de debate.

A su vez, el supuesto triunfo diplomático del país en el marco regional -resultado de las últimas reuniones de Unasur en Bariloche y Quito- solo lo es para algunos medios nacionales: en ningún país del área se entendió la estrategia de Bogotá de comprometerse a informar, primero, y a excusarse después, respecto al contenido del acuerdo colombo-estadounidense. ¿Cuál es el triunfo diplomático de una táctica destinada a aislarse de Suramérica y validar un compromiso oscurecido por la propia estrategia colombiana? Una lectura de los medios en los países menos críticos muestra que la victoria colombiana ha sido pírrica: exacerba los miedos de sus detractores, irrita a los más cercanos y amistosos y aliena a los comprensivos y distantes. Llamar eso un avance es absurdo -o mejor dicho, un error estratégico que Uribe lega a sus sucesores.

La 'uribidad' sin embargo, se asienta en la recuperación de un patriotismo acallado. Nadie duda de algunas virtudes de cierto nacionalismo pero es paradójico el ademán patriotero cuando se concede, con inmunidad, el uso de siete bases a un conjunto de militares y contratistas privados de un país extranjero. Claro que se puede argumentar que ello se hace para disuadir a Venezuela y, por lo tanto, reivindica el orgullo nacional maltratado por los exabruptos inaceptables de Chávez. Pero lo que para Bogotá resulta disuasivo es percibido, cada vez más, como parte de una estrategia para revertir la Revolución Bolivariana en Caracas. La historia y las relaciones internacionales ya saben del recurrente dilema de seguridad: cuando un país procura sólo su propia seguridad puede, advertida o inadvertidamente, producir inseguridad en una contraparte; lo cual genera una encrucijada pues este se pertrecha aún más ante su sensación de vulnerabilidad. El escalamiento de tensiones es apenas el resultado lógico de esa racionalidad que nace de la incertidumbre recíproca y termina en el armamentismo mutuo.

En síntesis, la perpetuación de la 'uribidad' en política exterior es gravosa. La suma de presuntas victorias internacionales, asentadas en el regocijo o la pasividad internas, es la antesala de más vulnerabilidad y menos prosperidad. Habrá que ver cuál es la vida del 'uribato' y del 'uribismo'; en todo

Por Juan Gabriel Tokatlián,
profesor de la Universidad Di Tella (Argentina).